jueves, 24 de marzo de 2011

Un proyecto que apoyará el bienestar de la comunidad



Según el Censo Nacional 2007, la población en el área de influencia del Proyecto Inambari es de 7,862 habitantes (3,261 residen en su zona de influencia directa). El 72% de esta población no cuenta con energía eléctrica y el 85% carece de redes de agua y desagüe. El desarrollo de la infraestructura de vivienda, salud y educación es en general deficiente. El servicio educativo se limita a la educación primaria y el empleo formal es virtualmente inexistente.

El Proyecto Inambari proveerá de potencia energética para que los miles de habitantes de su zona de influencia cuenten con electricidad en sus hogares, y, por supuesto, también los pobladores de asentamientos amazónicos apartados quienes en la actualidad no cuentan con ningún servicio público básico.

Como hemos señalado en post anteriores, en sus aproximadamente cuatro años de construcción, el Proyecto creará más de 4.000 empleos directos y 15.000 indirectos, la mayoría de esta mano de obra será local. Posteriormente, dado que se necesitará empleados calificados para operar y mantener la central hidroeléctrica, el Proyecto capacitará a los pobladores locales, quienes elevarán así su nivel de formación. Estos, además, podrán organizarse en empresas o cooperativas para brindar servicios regulares y permanentes de limpieza, así como de conservación, de la franja de protección de la represa, lo cual generará muchos empleos permanentes a lo largo de décadas de concesión.

El Proyecto Inambari proveerá una serie de obras de infraestructura que tendrán impacto directo e inmediato en la salubridad, la educación, la producción y los ingresos locales. Una central hidroeléctrica es un proyecto de muy largo plazo y su continuidad requiere de buenas relaciones con el medioambiente y con la población. Por eso, para los inversionistas del proyecto es fundamental elevar de verdad los niveles de vida dentro de su área de influencia. Una central hidroeléctrica, que abarca un área tan grande y debe operar por tanto tiempo, no puede convivir con la pobreza extrema. Esa es la gran diferencia con otros proyectos en los que la inversión se va al concluir las obras.

La población de la zona del Inambari es una población eminente trabajadora, pues la mitad de ella tiene entre 20 y 44 años de edad. En la zona, la más lluviosa del Perú, la mayoría de pobladores son migrantes relativamente nuevos. Una entidad independiente está conduciendo un censo de población con el fin de determinar su número exacto a la fecha, sus condiciones de vivienda y las actividades económicas que desarrollan. Dicho censo es el primer paso para garantizar que los beneficios del Proyecto lleguen a todos los pobladores y localidades de la zona.

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